MICROFINANZAS: ¿es verdad tanta belleza?


La revista británica The Economist reportó a Perú por sexto año consecutivo como el mejor del país del mundo sobre el entorno de negocios para las microfinanzas (1); sin embargo, los resultados de las empresas microfinancieras publicados por la SBS muestran una realidad sorprendente:

De las treintidós instituciones de microfinanzas que operan en Perú, trece tiene pérdidas en soles y veintiún en dólares; y en total arrojan pérdidas del orden de los cincuenticuatro millones de soles.



Desde el lado de las microempresas la realidad registra cifras aún peores: “Cada año surgen 12 mil mype, pero solo el 10% supera el año de actividad, estima la Sociedad Peruana de Pyme”, informó el diario Perú21 (2).

¿Quién se equivoca? Hemos visto que en ambos lados se cometen errores: una mala política de créditos o un crédito mal evaluado elevarán la tasa de morosidad de la IMF; asimismo, el cliente que proporciona información falsa o sobredimensionada propablemente caerá en incumplimiento.

Sin embargo, quien se libra en todo momento y de todo análisis es el Estado.

Debemos discutir el rol del Estado

¿La regulación ´peruana es idónea? Seguramente es buena, y si se la compara con las de otros países hasta podría ser mejor. Pero cómo podría ser idónea la normatividad diseñada para el sistema bancario, para una economía formal y para clientes de mayor dimensión si se aplica directamente a los micro y pequeños empresarios. Son dos mundos diferentes: mientras el cliente de un banco puede usar su tarjeta de crédito para gastos de fin de semana, un microempresario la usa para financiar sus necesidades de financiamiento de corto plazo.

La necesidad de funcionarios de negocios, de profesionales expertos en recopilar información de campo, procesarla aplicando la tecnología de microfinanzas, y decidir si otorgar o no un crédito es cada vez más escaso. Ninguna universidad forma a profesionales para empresas de microfinanzas; pudiera ser que en las áreas administrativas y de sistemas el impacto sea sutil, pero en las áreas de negocios el impacto es sumamente grande. Las escuelas de negocios a nivel de posgrado no están al alcance de todos por sus costos y ubicación, y la creación de escuelas internas de las IMFs para formar a su propio personal es desalentada por la alta rotación del sistema.

Qué puede hacer el Estado. Qué debe hacer para que esta situación mejore

Quien diga que no debe hacer nada se equivoca. La experiencia de las cajas municipales de propiedad total de los gobiernos locales aporta lecciones que los candidatos deben conocer. Creadas para operar en sus respectivas provincias, ahora todas operan a nivel nacional.

La experiencia de las caja rurales, todas de capitales privados, estuvieron orientadas inicialmente a las actividades del campo ahora operan con toda la gama de servicios financieros.

Asimismo, las edpymes, que nacieron como ONGs, con el paso del tiempo maduraron su modelo de negocios y entraron al ámbito de las empresas reguladas.

Desde el Gobierno Militar del general Morales Bermúdez que dió el formato legal para que operen las caja municipales en el Perú, buena falta hace un salto significativo.

Qué les parece la idea: que los candidatos presenten propuestas.

Algunos votos le llegarán a quien alguna cosa interesante proponga.

(1) Microscopio Global 2013: descargar
(2) Reportaje de Perú21: link
Artículo publicado en dic/2013 en la revista "Punto de Encuentro"